Como propietario de una vivienda, es probable que tengas muchas cosas en mente. Quieres asegurarte de que tu casa es segura, de que es bonita y está decorada como te gusta, y de que está en la ubicación perfecta para su estilo de vida. Pero, por muy importantes que sean todos esos factores, hay algo en lo que muchos propietarios no piensan hasta que están metidos de lleno en su proyecto de construcción: el lugar donde se ubicará la casa. Al fin y al cabo, el sitio en el que se vive puede afectar a todo, desde las facturas de los servicios públicos hasta el tiempo de desplazamiento y los problemas de seguridad (como los índices de delincuencia). Por eso, si construir en un fraccionamiento o en un complejo residencial le parece algo que podría interesarle, siga leyendo.
Vivir en un fraccionamiento o residencial tiene beneficios.
Vivir en una urbanización o subdivisión tiene muchas ventajas, entre ellas:
Obtiene una mejor relación calidad-precio. Esto significa que se paga menos por metro cuadrado que si se compra en el mercado abierto, y, por lo tanto, puede permitirse más espacio para vivir. Además, la calidad de las viviendas suele ser mejor porque las construyen promotores expertos en construcción, en lugar de compradores individuales con distintos niveles de experiencia y conocimientos en la construcción de viviendas.
La calidad de vida es mejor cuando se vive en un fraccionamiento o complejo residencial porque hay menos gente (menos ruido) y más espacios verdes para el ocio y el disfrute.
Cuando se vive en una comunidad establecida como esta, en la que la propiedad de las zonas comunes, como parques y zonas de juego, es común, los residentes tienen acceso a servicios que, de otro modo, tendrían que pagar con su propio presupuesto (por ejemplo, los impuestos). Esto significa que lo que podría haberse considerado un lujo, como las pistas de tenis, podría considerarse ahora una necesidad, ya que todos los residentes se benefician de ellas por igual, sin tener que pagarlas individualmente.
Existen restricciones para construir en un fraccionamiento o subdivisión.
Antes de empezar a construir en un complejo residencial o en una subdivisión, debe obtener el permiso del promotor o de la asociación de vecinos. Tendrá que consultar a su administración local para saber qué tasas y cuotas exige la ley. Además, tendrá que cumplir con los códigos y reglamentos de construcción que pueden variar mucho en función del lugar donde viva. Por ello siempre se debe contar con el asesoramiento de expertos como TAME Arquitectos. Nuestros servicios incluyen construcciones de inmuebles dentro de fraccionamientos y residenciales con los mejores acabados y servicios. Además, que nos hacemos cargo de no romper las reglas y normas del complejo en ele que se vaya a construir.
Si quiere sacar el máximo partido a su inversión y tener una casa que le guste, construir en una urbanización establecida puede ser la elección correcta.
Tendrá acceso a servicios como piscinas, parques y zonas de juego. La mayoría de las urbanizaciones ofrecen instalaciones privadas que mejoran la calidad de vida de los residentes.
Es más probable que los constructores cumplan sus promesas si no parten de cero. Cuando se construye en un vecindario establecido donde ya existen otras casas, hay menos riesgo de que un constructor cierre el negocio antes de terminar su casa o de tenerla lista para el mercado.
El valor de su nueva casa probablemente se revalorizará más rápido que otras opciones a lo largo del tiempo debido a su ubicación y al atractivo de la comunidad.
Si está pensando en construir la casa de sus sueños en una comunidad establecida, investigue los diferentes tipos de comunidades disponibles y elija la que mejor se adapte a sus necesidades. En TAME Arquitectos queremos ser parte de tu proyecto. Contamos con casas de la más alta calidad y en excelentes fraccionamientos que se ajustan a tus necesidades. Para mayor información, visita nuestro sitio web.
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